lunes, 19 de noviembre de 2012

Sobre payasos, tele e inocencias perdidas



Mientras los niños de hoy en día el único circo que ven en televisión es el protagonizado por Belén Esteban, Jorge Javier Vázquez y otros ‘payasos’, nuestra generación tuvo la suerte de crecer con un circo donde sus payasos nos saludaban con un “¿Cómo están ustedes?”. Así es, nada más arrancar su espacio, Gaby, Fofó, Fofito y Miliki trataban de usted a su público. No se trataba de un saludo casual, era la manera que estos genios tenían de mostrar su respeto por los niños, el público más exigente y por ello mismo el más maltratado por los directivos de las grandes televisiones. En ese circo que durante años disfrutamos los que ahora rondamos la cuarentena, las situaciones e incluso las 'peleas' eran divertidas y entrañables, nada que ver con la sinrazón, el desprecio a la inteligencia y el afán por el morbo con el que la ‘caja tonta’ obsequia hoy día a su audiencia en horario de protección infantil.

Ayer se nos fue Miliki, uno de esos payasos de la tele que nos acompañaron en esa infancia de pan y chocolate, tan alejada de PlayStations y Nintendos… Él fue payaso por vocación y oficio, poco que ver con los payasos involuntarios que sufrimos hoy día los telespectadores. Nada mas enterarnos de la noticia muchos de esos niños grandes nos hemos sentido por un momento un poco más viejos, un poco más huérfanos, un poco más solos.

Al llegar a casa y encender la ‘caja tonta’ me ha invadido una desagradable sensación de desamparo. Contemplar la nada que reflejan esos rostros desencajados en los actuales ‘payasos’ de la tele es la prueba inequívoca de que en nuestra época ya no hay lugar para la inocencia…, al menos no en televisión.


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